martes, 3 de diciembre de 2013

Estudiar fuera, la nueva forma de “crecer”

MARTA PERNÍA SÁNCHEZ

Seguidores de un sueño


Cada año miles de estudiantes dejan sus casas para enfrentarse a la vida universitaria en otra Comunidad Autónoma.

         
          En numerosas ocasiones, tener un sueño y querer cumplirlo supone tomar decisiones, dar prioridad a algunas cosas y, en consecuencia, renunciar a otras. Uno de cada 10 de estudiantes tienen que dejar sus casas, sus familias y amigos para poder cumplir su sueño: ir a la universidad a estudiar aquello que tanto desean. 


Según el último estudio “Universidad Española en Cifras”, de 2010, realizado por la Conferencia de las Universidades Españolas (CRUE), 23.711 alumnos tuvieron que desplazarse a otra Comunidad Autónoma para poder realizar sus estudios universitarios en el curso 2009-2010. Madrid, con 5314 estudiantes, fue la Comunidad Autónoma que más alumnos nacionales acogió. La siguieron de cerca Andalucía, Castilla y León y Cataluña.

Leire Unzaga dibujando para uno de sus proyectos 
Leire Unzaga, procedente de Llodio (Álava), se define como una chica trabajadora, luchadora y con un claro objetivo: ser arquitecto. Actualmente, está estudiando en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) ya que no superó las pruebas de acceso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV-EHU (San Sebastián), a pesar de tener un 11,025 de nota media. “Toda la familia y yo teníamos la ilusión de que estudiara en San Sebastián, pero no pudo ser.  A mi juicio bastante injusto”, declara Jesús María Unzaga, padre de Leire Unzaga.

Andrea Díaz y Ander Arbide, amigos de la futura arquitecto, coinciden en que suspender las pruebas de acceso para la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV-EHU, ha sido una de las mejores cosas que le ha podido pasar a su amiga. “Cada día estamos más orgullosos de ella porque está sabiendo superar todos los obstáculos que se le ponen por delante. Además, ha aprobado todo con unas notas excelentes. Nos quitamos el sombrero”. También admiten echarla mucho de menos: “Es duro no poder tenerla cerca y verla cuando queremos”.

 “Es mucho cambio y muy repentino, he pasado  de vivir como una princesa con mis padres, a independizarme”, apunta Leire Unzaga. Además, asegura estar aprendiendo a enfrentarse a algunos miedos: “Eso me hace crecer tanto en lo profesional como en lo personal”. Esto mismo opina Ainara Cacho, procedente de Huesca y estudiante de Periodismo en la UPV-EHU: “La mayor ventaja ha sido la autonomía que da el hecho de estudiar fuera, para saber hasta qué punto me sé desenvolver sin tener a nadie pendiente de mí”.
“Para mí, la mayor desventaja de estudiar fuera es que estoy lejos de las personas que más quiero, como son mi familia y mis mejores amigos que son uno de mis grandes pilares”, asegura la futura arquitecto. “Al principio me costaba muchísimo no verles todos los días”, confiesa Leire. Su familia y amigos coinciden en que “se nota su falta”, especialmente su hermana gemela Ainara Unzaga: “Desde pequeñas hemos estado juntas y muy unidas, y más siendo de la misma edad. Ahora es como si te faltase algo”. Aunque Ainara Unzaga matiza que lo más duro es no poder darle un abrazo cuando lo necesita o compartir esos momentos de hermanas. Concluye con que “al final aprendes a llevarlo”.

Otro de los inconvenientes que tiene estudiar fuera es el gasto que ello conlleva. Leire Unzaga comenta que vivir en una residencia en Madrid ronda los 950€ mensuales, incluyendo alimentación, transporte y material universitario. El alquiler de un piso en Madrid para cuatro personas oscila entre los 1600€, que por persona sumando la luz y el agua, supone unos 800€ mensuales. Alba Ruigómez, estudiante de Publicidad y RR.PP. en la UPV-EHU, procedente de Cantabria, asegura que paga viviendo en una residencia en Bilbao, alrededor de 540€ al mes. Patricia Draghici, también cántabra y estudiante de Publicidad y RR.PP. en la UPV-EHU, reside en un piso en Bilbao y paga mensualmente 400€.
Pintura al óleo de Leire Unzaga

María Teresa Bustos, madre de Leire, asegura que estar manteniendo a su hija en Madrid “supone un esfuerzo muy grande”. Además, tienen otra hija, Ainara Unzaga, de su misma edad que también está estudiando una carrera universitaria. “Ella está con nosotros, pero también tiene sus gastos”, explica María Teresa Bustos. Pese a ello, la madre de Leire Unzaga afirma que merece la pena el esfuerzo que están haciendo. Asimismo, Jesús María Unzaga manifiesta que “supone mucho tiempo y mucho dinero, pero por una hija se hace el sacrificio que haga falta”.

Hogar, dulce hogar
La frecuencia con la que los estudiantes vuelven a sus casas es otro de los puntos más importantes. Dicha asiduidad depende principalmente de la distancia que separa su nuevo lugar de residencia con su casa, del tiempo y de los costes que el traslado suponga.

Algunos como Pablo Rodríguez, asturiano y estudiante en la Universidad Complutense de Madrid, dice que solamente vuelve a casa en las “vacaciones grandes” como Navidad, Semana Santa o verano ya que es un viaje “largo y caro”. Patricia Draghici, cántabra y estudiante de la UPV-EHU, en cambio, vuelve a casa todos los fines de semana. Leire Unzaga, comenta que intenta volver a casa cada mes y medio o dos meses, normalmente por un periodo corto como fines de semana o puentes.

Leire Unzaga está segura de que con esta experiencia “aprendes a valorar las cosas importantes de tu vida y se convierten en algo imprescindible; una llamada de teléfono o un simple mensaje hacen que mi día sea más alegre”. La estudiante dice echar de menos “los pequeños detalles de la vida cotidiana como un beso de mi padre antes de irse a trabajar, esas cenas en familia o ese olor a pino que inundaba la casa cuando abría la ventana”. A pesar de ello, Leire Unzaga aconseja a todos los estudiantes el hecho de estudiar, por lo menos, algún periodo fuera de su Comunidad Autónoma. Esta recomendación la comparte con Pablo Rodríguez que dice “es una buena forma de aprender lo que es la vida”.



SUMARIO 1: "Uno de cada 10 alumnos tienen que desplazarse a otra Comunidad                                               Autónoma para poder realizar sus estudios universitarios."

SUMARIO 2: “La mayor ventaja ha sido la autonomía que da el hecho de estudiar fuera,                                   para saber hasta qué punto me sé desenvolver sin tener a nadie pendiente                                   de mí”, Leire Unzaga.

SUMARIO 3: “Supone un esfuerzo muy grande costear la carrera fuera”, madre de                                               Leire.

SUMARIO 4:  "Volver a casa es un viaje largo y caro", Pablo Rodriguez, estudiante                                              vasco en Madrid.


SUBTÍTULO 2: Algunas voces, como la de Leire Unzaga, cuentan su experiencia                                                   estudiando fuera de casa.
SUBTÍTULO 3: Estudiar lo que a uno le gusta puede suponer un esfuerzo, no solo                                                  personal abandonado el hogar, sino un esfuerzo familiar. Así lo cuentan                                         algunos de los protagonistas.


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